jueves, 25 de junio de 2015

Francisco, la propuesta de una revolución ambiental

No son sólo gestos, son pronunciamientos de época. Son reafirmaciones históricas. No son sólo conceptos, sólo ideas. Son fundamentos sólidos, con una base y un destino claro.
El argentino más importante de la historia, escribe con letras de epopeya, su propia historia como líder espiritual del cristianismo. Y que no parezca exagerado, aunque los medios de comunicación en Argentina estén más preocupados de las conversaciones en una casa ficticia, el Santo Padre conmueve a toda Europa y despierta gran interés en el resto de Latinoamérica y Estados Unidos.

“Laudato si” no sólo es una carta a los creyentes, o un mero mandato institucional a la Iglesia Católica. Es un documento histórico, de valor incalculable; profundamente humanista y profundamente cristiano. A continuación, intentaremos situarlo en un marco filosófico, político y moral, sin por ello, renegar de la inmensa admiración que – a quien escribe y seguramente a muchos de ustedes – genera tal obra.
“La humanidad está cambiando las condiciones de vida con tal rapidez que no llega a adaptarse a las nuevas condiciones. Su acción va más rápido que su capacitación de la realidad y el hombre no ha llegado a comprender, entre otras cosas, que los recursos vitales para él y sus descendientes derivan de la naturaleza y no de su poder mental. De este modo, a diario, su vida se transforma en una interminable cadena de contradicciones”
Juan Domingo Perón – 1972

El General Perón no se equivocó, fue de los pocos dirigentes de la región que señalaron que la cuestión ambiental no era superflua, sino cuantitativamente emergente, como se ve ahora, a más de 40 años de su visionaria interpretación. Justamente ahora, el peronista más conocido del mundo, toma la posta y carga sobre sí, la insoslayable reafirmación histórica de la problemática ambiental, no ya como un problema potencialmente nocivo para el mundo entero – como lo era en la época de Perón – sino como una realidad cruel, y efectivamente letal para los más desprotegidos.
La Encíclica Papal “Laudato si” es para Francisco una “reflexión gozosa y dramática”. En donde no sólo se hacen aportes filosóficos, sino profundamente prácticos de la relación del hombre con la naturaleza, y del hombre en concentración colectiva (Estado) con el medio ambiente que lo rodea. Una reflexión cuyos aportes filosóficos son prácticos y no especulativos, valga la aclaración. Porque lo que desciende – por así decirlo – de construcciones especulativas, se limitan a estudiar la realidad sin modificarla ni intentar hacerlo, a diferencia de las construcciones prácticas, que estudian a la realidad con el objeto de trascender y realizar cambios reales y efectivos. No obstante, ésta encíclica, no es sino la propuesta de una revolución ambiental.
El principio nuclear que campea la reflexión del Papa es muy simple: “Nada de este mundo nos resulta indiferente”. Es decir, el ser humano, mujeres y hombres que habitan este planeta, en calidad de sujetos vivos de estados y naciones; e individuos que simplemente transitan los caminos de la vida, no pueden hacer oídos sordos a la traumática situación del suelo que habitan, porque, como dice Francisco, “un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social”.
En ese sentido, Su Santidad remarca que la naturaleza debería ser un ejemplo para el hombre, en cuanto al comportamiento de los demás seres para con el ecosistema. Es por ello que es necesario un cambio en el estilo de vida del ser humano, los modelos de producción y de consumo, las estructuras consolidadas de poder que rigen hoy a la sociedad. Ese cambio sólo podrá lograrse mediante una unidad basada en el amor a todo lo existente. Cierto es, las demás criaturas que viven en la tierra tal vez no sean capaces de adquirir dicho amor por el mundo, pero su grandeza radica en que no necesitan la racionalidad del hombre, para comprender que el mundo es su Casa.
El planteamiento de la UNIDAD, no es novedad en este Papa. Ya fueron reiteradas las ocasiones donde se le escuchó hablando de ella como motor del desarrollo sostenido e integral. Ergo, ese progreso basado en unidad, y ésta basada en diálogo y conciliación, serán el punto de convergencia más adecuado para llegar a cambiar el modelo de desa­rrollo global  lo cual implica – dice Francisco - reflexionar res­ponsablemente sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones. Y he aquí una de las reflexiones más importantes de toda esta obra: “La política no debe someterse a la econo­mía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos impe­riosamente que la política y la economía, en diá­logo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana”.
En la misma línea de pensamiento el General Perón decía: “son necesarias y urgentes: una revolución mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países más altamente industrializados; una modificación de las estructuras sociales y productivas en todo el mundo, en particular en los países de alta tecnología donde rige la economía de mercado, y el surgimiento de una convivencia biológica dentro de la humanidad y entre la humanidad y el resto de la naturaleza”. 
Cuando decimos que Francisco asume una reafirmación histórica, lo decimos pensando en hombres y mujeres que a mediados del siglo pasado, advertían con suma razón, los daños que sufriría nuestro planeta en torno a la cuestión ambiental, entre ellos otros Papas y hasta el mismísimo General Perón. ¿Qué vieron ellos? Lo dice nuestro Francisco, la fragilidad del planeta será directamente proporcional a la pobreza que genera. Y aquí nos encontramos con la gran dicotomía que da origen a la mayoría de los debates teóricos y prácticos de los siglos anteriores. ¿A costa de qué y quiénes se desarrollan los grandes consorcios? Y ¿Qué puede hacer la política al respecto?
Pues bien, por un lado tenemos el deshielo, la deforestación, la contaminación del aire, la tierra y el agua, los enormes basurales [a lo que el Papa hace referencia manifestando que la Tierra se está pareciendo a un depósito de basura], el calentamiento global, el efecto invernadero, la migración y la sobrepoblación. Del otro lado el ¿Qué hacemos? Y ¿Cómo lo hacemos?
En primer término, Francisco plantea a la instancia local como fundamental en su propuesta de revolución ambiental, no hay recetas uniformes, porque cada país es distinto. No obstante, fortalecer la comunidad local es llegar a la Comunidad Organizada. Y una de las metas de esa comunidad organizada, será la de educar contra el consumismo extremo y selectivo. A partir de allí, el diálogo profundo y sincero debe dar lugar al progreso, el cual, si no deja un mundo mejor y una calidad de vida integral­mente superior no puede considerarse progreso. Tengamos en cuenta, como se plantea en “Laudato sí”, que los problemas ambientales causan gravísimos daños sociales, políticos, económicos y culturales. Lo son, en efecto, la migración y la sobrepoblación, pero, ¿acaso es el nefasto control de natalidad actual una afirmación tácita del no cuidado del ambiente? Claramente lo es, y aparece en varias formas, devenidas de diversas ideologías y en distintos países. Las movidas proabortistas en los principales países de habla hispana son claro ejemplo.


Finalmente hay que pensar que la agravada situación tuvo soluciones que eran y son tan erradas como la forma en la que la economía y la política gobiernan a los pueblos. He aquí Francisco, planteando algo nuevo, vivo y directo. Como lo hizo Perón hace 40 años y no fue escuchado. Dándole a los derechos de los desprotegidos, un valor real, ante el actual sistema mundial, donde la especulación y la renta financiera avanzan a ciegas en nombre del desarrollo.

La emocionante “Laudato si” será vista como una llamada de atención de un hombre que a estas alturas es la voz y el corazón de millones y millones de necesitados. Y como dijo el General Perón, “todos estos problemas están ligados de manera indisoluble con la justicia social, el de la soberanía política y la independencia económica del Tercer Mundo, y la distensión y la cooperación internacional”. 

jueves, 20 de noviembre de 2014

El miedo a Daniel Scioli



¿Qué es el miedo?... vamos al diccionario: “Miedo: perturbación angustiosa del ánimo por algún peligro o mal que amenaza”. ¿Será “miedo” lo que sienten Florencio Randazzo y Sergio Urribarri?, ¿Cuál es el peligro? ¿Cuál es el mal que los amenaza? Pensemos en Scioli, gobernador de la Provincia de Buenos Aires, elegido en 2007 con 3,1 millones de votos, y reelegido en 2011 con 4,1 millones de votos,  y un promedio de 3,6 millones de votos (1.2 % del padrón nacional). Sin Cristina Fernández en lista, Daniel Osvaldo Scioli, tiene el mayor caudal de votos, a nivel nacional. Esta no es una apreciación personal ni mediática, como dice Randazzo, es el resultado de un largo proceso de interacción política entre Scioli y el pueblo argentino, iniciado en 2003, cuando le tocó ser vicepresidente de Néstor Kirchner. Entonces, ¿Scioli representa alguna amenaza? Sí, ¿para quién? Lo veremos a continuación.

Presidir un país es gobernar y conducir; gobernar es fácil – decía Perón – lo difícil es conducir. Y, al fin y al cabo ¿Qué es conducir? Conducir es un arte, que requiere técnica, preparación y organización. Y, aunque no les guste a muchos desde la oposición, y desde el mismo kirchnerismo, Daniel Scioli conduce, ahora, y si ganara las elecciones generales del año que viene, pasará a conducir el Frente Para la Victoria. Esto tampoco es una opinión personal, sería subestimar demasiado el piso de más de 3 millones y medio de votos con los que cuenta, el ahora gobernador de la provincia más grande del país.
Ahora, trasladémonos a Florencio Randazzo, quien – y esto sí es opinión personal – es el mejor funcionario que ha tenido este proyecto político. Empero, no cuenta con un perfil de conductor, sino que, muy por el contrario, es visto como un buen soldado de Cristina, y no más que eso; y como si fuera poco, él, que pregona que Daniel Scioli es un candidato mediático, obviando absurdamente su enorme potencial en votos, termina siendo un mero caballo de Troya, puesto por el “kirchnerismo puro”; el cual, digámoslo, votó a Carrió en 2007, e hizo la campaña contra el mismísimo Daniel Scioli en 2011, proponiendo a Sabbatella, por fuera del FPV. Ese “kirchnerismo puro”, es el peor enemigo que tiene el peronismo hoy por hoy, no por Scioli, no por Cristina. Sí por procedencia histórica, profundamente antiperonista. No hace falta nombrarlos, dejo en manos del lector el desglose final de nombres e ideas.

Como usted ha visto, aquí no se desenvainó el peronómetro, pues quien escribe, no lo tiene (solo Perón lo tiene). Con lo cual, la banalidad de decir “no es peronista”, requiere de un buen grado de imbecilidad de mi parte.
La crítica no es al nombre “Randazzo”, es a la idea que está tras él. El 2019 queda lejos, y exaltarse por una eventual vuelta de CFK es inoportuno. Hay 40 millones de razones. Y además, cuando la protagonista de la historia, ha dejado entrever, que no volverá.

“No queremos tropas disciplinadas que a todo digan que sí. Queremos tener compañeros y compañeras que piensen, que nos digan la verdad, que tengan la capacidad transgresora, que nos ayuden a equivocarnos lo menos posible. No queremos más la práctica del culto del individualismo, a la personalidad, y a la teoría del jefe. Esas teorías que tanto daño han hecho a la política. Quienes desde la lealtad se atreven a pensar diferente y disentir, se diferencian en mucho de aquellos que ocultan con la obsecuencia la traición”  Néstor Kirchner.


El pueblo muy difícilmente se equivoque, y seguramente, en 2015 apostará por la continuidad de las decisiones que han hecho de este pueblo, un pueblo más digno. Estamos transitando senderos de una patria justa, libre y soberana, el Frente Para la Victoria expresa eso, su conductora expresa eso. A pesar de todos los traidores que atacan desde afuera y desde adentro. Las PASO marcarán a los que se decían “propios”, por algún interés personal, y a los verdaderos compañeros y compañeras, que apoyaron desde 2003, y apoyarán hasta el final.

Mientras tanto, la militancia apoyará al que más represente su idea, con un espíritu de unidad y humildad. Al contrario de lo que algunos dirigentes ponderan en sus dichos.
Los números de las encuestas, son muy prematuros para afirmar un resultado concreto, lo cierto es que, el FPV mantiene un predominio territorial, estructural e histórico, por sobre el PRO y la UCR (disfrazada de Unen). Hay ventaja, que nos permite soñar con una victoria sin ballotage. Algunos dirigentes deberán perder la cobardía y el miedo hacia Daniel Scioli, y pelear un lugar, con armas nobles, con ideales propios, y con militancia. Tirando basura no sirve, y, aunque esto se dé en un ámbito de microclima, es dañino y mucho para nuestras aspiraciones de seguir haciendo.

Con fe, con esperanza, con optimismo, PERONISMO PARA SIEMPRE!

jueves, 26 de junio de 2014

¡Viva el fútbol, viva el mundial y viva Perón!



          Tiro libre A doce metros del área, palo izquierdo del arquero. Argentina – Nigeria, último partido de la fase de grupos del grupo “F”, 1 a 1, partido difícil. Cancha rápida y mojada. Cuarenta mil argentinos cantando al unísono, un puñado de brasileros gritando por Nigeria. Se termina el primer tiempo. El pateador acomoda la pelota, perfil izquierdo, con la mirada de un águila de montaña. Da un par de pasos casi trotando hacia adelante y dispara… es gol, es gol, es goooooooooool! Lionel Messi, vestido de héroe patrio. Argentina toda grita gol.



En el arrabal, en el rincón más recóndito del suelo nacional. En la Puna y la Pampa, las Sierras y el Litoral, la Urbe y la Patagonia, el pueblo festeja, el pueblo es feliz, a pesar de que como dice un gran relator, “esa felicidad dure lo que dura un paisaje que se escapa por la ventanilla del tren”. Se abrazan los cuñados, la suegra y su nuera, el peronista y el radical, el bolche y el pez gordo, el k y el anti-k, y todos los que solo por un puñado de horas se olvidan hasta de su nombre.
La causa de esta pasión es materia de admiración constante por quienes estudian el sentir social del  argentino. La conclusión es que simplemente se ama a este deporte, se lo vive y siente como algo visceral. Por eso, el fútbol ya es un elemento puro del acervo cultural argentino. Ahora bien, el porqué es un misterio, a pesar de que ya han tratado de hallarlo. Es algo innato y místico, difícil de describir y entender, como cualquier fenómeno que atrae masas.

Muchos han dejado sus huellas, también el General Perón: “El Estado auspiciará el desarrollo de la cultura física del pueblo en armonía con su formación moral e intelectual mediante el ejercicio del deporte”.  


 Y continuaba: “El deporte ayudará a la elevación del bienestar y de la cultura general del pueblo, al desarrollo de sus sentimientos de patriotismo y a la solidaridad social”


 Siendo el fútbol el deporte más amado y practicado por nuestros compatriotas, sería muy iluso no recordar al peronismo como la primera ideología que levantó las banderas del deporte, en especial al fútbol, llevándolo a los barrios. El mayor de los ejemplos, son los “Juegos Evita”, en donde alguna vez participó un tal Diego Armando Maradona.
Millones de argentinos frente al televisor, en familia, abrazados, juntos, felices, más patriotas que nunca. Con banderas, camisetas con colores celeste y blanco. Chicos con cornetas, bombos y platillos cantando al ritmo de “Brasil decime qué se siente…” Chicos en las escuelas, vivando una pasión que es de todos. Porque la selección es de todos, y la alegría es para todos.
¿Cómo no emocionarse? ¿Cómo no soñar con una nueva victoria? Si en las calles hay optimismo, solo se habla de eso, la ilusión brota desde las entrañas del argentinismo sanmartiniano, rosista y peronista. Alguna vez Perón dijo: “Peronista somos todos…”, porque ser peronista es amar con pasión a la patria, ¿Qué importa si su pico máximo lo encontramos por un partido de fútbol? si existe, EXISTE, es real y verdadero. Todos somos peronistas en el mundial.
El peronismo es el gran responsable histórico de que el fútbol sea lo que es, porque la política del deporte es un fin, cuyas bondades emanan automáticamente y por inercia desde su ejecución. El General marcó a una generación que inculca el mismo sentido de pertenencia a sus descendientes. No es casualidad tanta pasión, es causalidad. El peronismo está en la Selección, ojalá la selección sea peronista. Unidos y Organizados, ¡Vamos Argentina, carajo!



viernes, 4 de abril de 2014

El Ser Progre



¿Qué es el ser progre? ¿Qué es el ser? ¿Qué es ser progre? ¿Hasta dónde esto es un alevoso menosprecio al interlocutor “acusado” de “ser así”? Pues bien, querido amigo, como dice una canción, “yo no vine a recordar el invierno, ni a decirles cómo es que hay que vivir”. No voy a responder estas preguntas tajantemente, sino más bien daré algunos ejemplos, usted piense, reflexione y tome su propia conclusión como más  quiera.
Para empezar, si a usted le ha molestado que anteriormente, en esta misma nota,  diga “amigo” y “no amigo/a”, o “amig@”  me temo que usted es progre (?) y seguro se sentirá tocado de cerca por lo que viene a continuación.
Cabe aclarar que entre “el zonzo” que bautizara Jauretche, por mediados del siglo pasado, y el progre actual, no existe mucha diferencia. Y he aquí varios ejemplos:

1. El progre anti racista:
 
 Recuerde aquel noviembre de 2008, se venían las elecciones yanquis, todo el planeta periodístico cubriendo el tema, enviados especiales, imágenes en vivo desde la “Casa Blanca”, entrevistas, etc. Y una clara tendencia a favor de uno de los candidatos, el hoy presidente: Barack Obama, pero…  ¿Por qué? ¿Por su capacidad de orador? ¿Por su desempeño como legislador? ¿Por sus promesas? ¿Su campaña? Así es, como usted se lo imagina, por ser negro. Ahí está el ser progre, levantando las banderas anti racistas, pero al mismo tiempo siendo discriminador. Claro, Obama es especial, es distinto… solo por su color de piel. ¿Acaso para presidir un país importa su color de piel? Si bajo el concepto de igualdad decimos que eso es una aberración, ¿no estará el ser progre buscando morbo? Claro que sí. El ser progre es morboso por esencia. “¡Ahí lo tienen! El primer Presidente negro de los Estados Unidos. Increíble.




2. El progre ambientalista:

Aquí tenemos una gran variedad de temas para tratar, pero solo el título que designa a esta clase de progre nos lo relaciona con el secentismo falopa, con los que van a encadenarse a barcos para que no puedan extraer petróleo, los que sabotean maquinarias de construcción para que no se haga tal o cual obra, los que por un árbol son capaces de sacrificar su propia vida. Y… así podemos hacer un compendio de actitudes que carecen de una lógica moral y política y que  en lo absoluto no son congeniadas bajo las esferas de un pensamiento con base doctrinal y/o científico, como el justicialismo. El militante progre ambientalista, no puede, de ninguna forma, ser un buen militante político.
 


3. El progre ¿humanista?

Imagínese, estimado lector, esta situación:  Va el  progre caminando por la calle comiéndose un aperitivo, en una esquina ve a un linyera muy maltrecho y hambriento, y decide, muy generosamente, darle una porción de lo que estaba comiendo, y sigue su marcha  -hasta aquí no hay actitud progre-. Una cuadra más adelante se encuentra con un can, flacucho y oliendo por doquier, buscando un trozo de alimento, y decide alzarlo, llevarlo a su casa, bañarlo, alimentarlo y darlo en adopción a una casa para animales. Aquí no hay maldad, para nada, hay hipocresía. Es típico en el progre ver a un perro más susceptible de ayuda que un hombre. ¿Por qué? Será que axiológicamente no sabe lo que es un animal y lo que es un hombre. Vaya uno a saber.



4. El progre anti clerical:

Aquí el ser progre es unísono. Muy difícilmente podamos encontrar a dos progres discutiendo por esto. Porque piensan, generalmente, del mismo modo, odian igual: “¿Por qué hay pequeñas mecas en cada calle a la que voy? ¿Por qué no sacan a la Iglesia Católica de la Constitución? ¿Por qué no prohíben colgar Rosarios en los autos? Si querés un cura, pagátelo vos. Deberían prohibir escuelas católicas. Hay que prohibirle la entrada al país al Papa Francisco. Vender el oro del Vaticano acabaría con el hambre en el mundo por 33 años.” En fin, acá también podríamos extendernos mucho más. No reconocer a la religión mayoritaria de tu país, es de la mayor ceguera política. Desde ya, el ultra clericalismo de, por ejemplo, la blonda bronceada, como dice un senador bigotón, es también algo poco recomendable, pero mucho menos nocivo que el ser progre anti clerical o anti religión, como quiera llamarle.

 
5. El progre ¿político?:

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pues bueno, guárdese esta: 


(el personaje nefasto de la imagen representa a la no menos nefasta raza del periodismo nacional)