Durante el transcurso de este
2013, he realizado una tarea casi sociológica, dentro de las entrañas del
kirchnerismo. Obviamente, sin escaparme ni un solo instante de mis tareas como
militante del movimiento. He llegado a la conclusión, de que cualquier conclusión
que se pueda hacer, será suficiente, solo si se escribe un libro (bastante
extenso) sobre el tema.
¿A qué se debe todo esto? Simple,
quiero conocer a quien le tomo la mano para cruzar esta avenida política, tan
amada, tan discutida. Ese querer conocer a mis compañeros me ha llevado a discusiones,
debates, entendimientos etc. Todo directamente proporcional a la enorme
diversidad que anida nuestro espacio, nuestro frente. Primero he notado que, a
pesar de la clara unidad práctica para con nuestros dirigentes, existe un
abismo de pensamiento entre quienes sostenemos la tercera posición, y quienes
pregonan una centro izquierda bien marcada. A pesar de ello, y tal como manda
la historia, la pluralidad en las organizaciones, sigue siendo enorme; pues,
hay peronistas en Unidos y Organizados, y hay progresistas en La Cámpora. Esto
hay que remarcarlo fuertemente, pues es una de las miles de razones por las que
el kirchnerismo se encuentra tan firme, y a mí entender, una de sus principales
virtudes. Y aquí hay que hacer un paralelismo con nuestros opositores y el
rejunte de sus dirigentes. Bueno, dirigentes es una manera de decir, a esta
gente que le da igual ir por izquierda, que por derecha, vacíos de
convicciones, pero por sobre todo, vacíos de un proyecto.
Párrafo aparte, y siguiendo con
la idea, he notado detalles, mínimos, pero detalles que merecen un
microanálisis para llevarlos a un macroanálisis. Un detalle, muy positivo, es
el recíproco respeto y muestras de tolerancia (palabra gorila que no me gusta
mucho) de parte de unos y otros. Por ejemplo: en todos los actos del
kirchnerismo, llega el momento de cantar la Marcha Peronista, un momento
emocionante para los que vestimos esa camiseta, un tanto desagradable para
quienes no. Del otro lado, y esto es un detalle más pequeñito, el reemplazo del
término “COMPAÑER@” por el de “KUMPA” o el de “GORILA” POR el de “ANTI-K”, entre
tantos otros ejemplos, como el de figuras en las banderas, pancartas, cánticos
etc. Estas cuestiones, elevadas a un análisis global de los hechos, nos dicen
que la división es clara, aunque ello es meramente nominal, si leemos entre líneas,
notaremos la obviedad del “conflicto”. A pesar de ello, vuelvo a insistir con
ese punto positivo: LOS MILITANTES KIRCHNERISTAS SABEN DEJAR A UN LADO SUS
DIFERENCIAS IDEOLÓGICAS, Y SE TOMAN DE LA MANO PARA LLEGAR AL FIN QUE BUSCAMOS
TODOS, UNA PATRIA LIBRE Y SOBERANA, UNA PATRIA GRANDE, cosa que los enemigos,
no saben hacer.
Sin embargo, será necesario
replantear la presencia de ciertos dirigentes en la primera plana del
kirchnerismo, dirigentes que profesan un sectarismo miope, que parecen no
captar la “buena onda” entre progres y peronch@s, o al menos, la voluntad de
respetarse y trabajar mutuamente. Somos distintos, muy distintos, pero el
enemigo es el mismo para ambos, hay que vencerlo e instaurar la justicia
social. Bregar siempre por una Nación justa e igualitaria, lejos del
oscurantismo y la mediocridad. Teléfono para alguna diputada de CABA, que se
encuentra en las antípodas del pensamiento originario y futuro del proyecto. No
por nada, Cristina dijo al poco tiempo, luego del exabrupto de la mencionada
diputada, “ACA ESTÁ NUESTRO PARTIDO, NUESTRO MOVIMIENTO…” Echando por tierra
cualquier deseo inoportuno y ultra sectario. ¡Viva Perón!
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